viernes, 24 de abril de 2009
Evaluación Hotel Seiki - Kioto
jueves, 16 de abril de 2009
Epílogo - Vuelta a la realidad.
domingo, 12 de abril de 2009
Día 17 - Último día en tierras niponas.
Todo lo bueno se acaba, y esto no iba a ser diferente. Han sido 17 días irrepetibles, donde nos hemos sumergido en una civilización completamente distinta a la española.
Esta será la última réplica desde tierras niponas, ya que mañana nos espera el día más largo de nuestra vida, ya que cuando lleguemos a España, ganaremos 7 horas con diferencia de Japón. Así que el día de nuestro sexto aniversario durará nada más y nada menos que 31 horas, quien lo iba a decir jajajaja.
Voy a proceder a contar brevemente como ha sido el día de hoy, ya que no hemos hecho gran cosa turísticamente hablando.
Para empezar, el despertar fue de lo más bizarro posible. A las 9 de la mañana estábamos dormidos y de repente noto que abren la puerta de la habitación, encienden todas las luces, empieza una tía a meter gritos y se va dejando la puerta abierta. Salgo yo ahí con los ojos pegaos a ver que pasa, y por lo que se ve era la limpiadora, que no se había dado cuenta que estábamos aún dormidos jajajaja no veas que susto.
Nos arreglamos y nuestra primera meta de hoy fue Ueno, donde fuimos a la estación de trenes a reservar asientos para el tren de mañana para el aeropuerto. Una cosa que nos ahorramos para mañana. Desayunamos un trozo de tarta y unos crepes y de camino a Akihabara a hacer las ultimísimas compras.
Nos pasamos toda la mañana de compras, de aquí para allá, viendo las tiendas que no veremos más en muuucho tiempo :(. Volvimos a comer en el Jonathan (no te metas pa lo hondo…) que nos pillaba cerca del hotel y nos fuimos a hacer lo que no queríamos que llegara en todo el viaje: Meter todas las cosas en la maleta. Madre mía que suplicio. Ahora son las 11 de la noche y aún seguimos intentando encajar las piezas, algo prácticamente imposible jajajaja. Llevamos 2 maletas, 2 mochilas, un trolley, una maleta para el portátil de Jessi y una bandolera. Esperemos que los japos ni los franceses nos digan nada, que susto jajaja.
Después de estar 2 horas tirando cajas y rehaciendo la maleta 15 veces, volvimos a Akiba a gastar las monedas, ya que éstas no se pueden cambiar por euros luego. Nos volvimos locos comprando minimuñequitos y jugando a las recreativas muajajaja.
Y poco más, cenamos en un kebab (olé comida japonesa xD) y volvimos para la habitación donde seguimos intentando cerrar las maletas jajaja.
Eso ha sido básicamente el día de hoy, no hemos hecho mucho, pero hemos andado y visto bastantes cosas
Nos da mucha pena dejar este país, pero habrá que volver a tierras españolas. Vamos a notar la diferencia con respecto a Japón, donde todos son super amables, educados y siempre te saludan con una sonrisa de oreja a oreja, igualito que cuando vas a cualquier tienda en España, donde la dependienta suele ser borde borde.
Gracias a todos por habernos seguido en nuestro periplo japonés y habernos leído aunque sea alguna entrada. Mención especial a los que nos habéis leido todos los días y habéis dejado comentarios. Nos ponía muy contentos leer cada mañana vuestros comentarios, algunos eran muy graciosos jajaja.
La próxima (y posiblemente la última) entrada del blog será en España, donde haremos un breve resumen del viaje y analizaremos qué es lo que más nos ha gustado y lo que más nos ha sorprendido. Así como lo que nos ha decepcionado o no nos ha gustado tanto.
Un abrazo a todos y nos vemos mañana en España!
Sayonara por última vez :).
sábado, 11 de abril de 2009
Día 16 - Penúltimo día de viaje.
Como ayer terminamos de ver todo lo que teníamos planeado y nos han sobrado dos días, pues dedicaremos este último fin de semana en hacer algunas compras de última hora y a ver cuatro cosillas pendientes.
Para empezar el día, otra vez nos quedamos dormidos y no pudimos aprovechar el desayuno gratis, ya que anoche estuvimos hasta tarde intentando meter las millones de cosas que hemos comprado en las maletas, con resultados negativos. Demasiadas cosas y mu poco espacio jajajaja. Así que estamos quitando todas las cajas e intentando aprovechar nuestros conocimientos de Tetris para que todas las muñecas encajen en un mínimo espacio.
Cuando salimos del hotel nos dirigimos a la estación otra vez, con destino Shinjuku. Fuimos de nuevo porque teníamos pendiente el encontrar la tienda oficial de Square-Enix, la que buscamos con empeño hace una semana y fue inútil. Pues esta vez si lo encontramos (sólo estaba a
Estuvimos mirando todas las cosas exclusivas que tenían y como siempre, caímos en un par de detallitos. Para dar constancia que hemos estado allí jijiji.
Tuvimos que cambiar dinero en una casa de cambio que encontramos por la calle (dinero de emergencia, luego se vuelve a cambiar en España, que no veas como se chupa el dinero el metro y los trenes).
Salimos de allí y nos dirigimos de nuevo a la estación, con destino: EL INFIERNO. Sí, Harajuku de nuevo. El barrio punk y raro por excelencia de Tokio. Donde millones de personas se pelean por entrar a las tiendas. Brrrrr solo de recordarlo me dan escalofríos.
Total, que fuimos porque a Jessi se le antojaron unas botas como las que llevan las japonesitas, y que mejor sitio que Takeshita-dori en Harajuku, la calle principal de la moda de allí.
Y tras dar miles de vueltas, entrar a miles de tiendas, explotarse en mis pies varias ampollas que tenía y aguantar los gritos y empujones de colegialas y gente vestida rara, Jessica encontró unas botas, y yo vi el cielo jajajaja.
Comimos por allí lo que pudimos y nos fuimos de aquel temible lugar para no regresar más en la vida (susto, susto) y ahora rumbo Akihabara de nuevo. Vimos unas cuantas tiendas y yo volví a caer en otro muñequillo de Los Caballeros del Zodiaco (era baratungo y aún no había salido en España, no me regañéis). Dimos más vueltas y nos dirigimos al hotel a descansar un rato y a dejar las compras.
Mientras yo estaba navegando y buscando cómo moverse por el aeropuerto de Tokio y como llegar, Jessi se dio un baño en el onsen del hotel. Unos baños al aire libre con agua caliente en una bañera de piedras y musgos y demás, vamos natural 100%. Yo pasé de meterme, ya que los baños están separados los hombres de las mujeres y hay que ir en pelota picá. Y yo no enseño mis encantos a ningún extranjero ni japonés del hotel. Jessi es más valiente jajajaja.
Cuando terminó de estar una hora metida en el onsen, nos fuimos a cenar a nuestro famoso CocoCurry. Qué rico!! Arroz con curry con el nivel de picante que tú elijas y con pollo, ternera, cerdo… lo que quieras. Mu bueno todo, ya no iremos más :(.
Salimos de allí y a echar unas partidas a las recreativas de por aquí de Akihabara.
Y tras estar un rato dando vueltecillas, volvimos al hotel, donde Jessi sigue intentando meter las muñecas estratégicamente en la maleta y yo escribiendo esto.
Ya sólo nos queda un día, estamos apenas con el dinero justo y sin ningunas ganas de volver a España, pero la vida sigue, y tenemos ganas de poner todos los muñecos en nuestras estanterías muajajaja.
viernes, 10 de abril de 2009
DÍA 15 - Universidad de Tokyo, Akihabara (y otra vez...) y Roppongi.
jueves, 9 de abril de 2009
Día 14 - Ginza, Jardines del Palacio Imperial y Tokyo Disney Resort.
miércoles, 8 de abril de 2009
DÍA 13 - Asakusa, Ueno, Suidobashi.... y otra vez Akihabara (pa variar).
Otra vez nos quedamos dormidos y nos perdimos el desayuno del hotel. Hoy nos levantamos a las 10 y nos pusimos en marcha sobre las 11 de la mañana.
Empezamos el día cogiendo el metro con destino Asakusa, a la cual llegamos 10 minutos después.
Asakusa es famosa por una puerta que da entrada a un mercado, y esta puerta tiene un farol gigante de papel. Se le conoce como Kaminarimon (creo que se escribe así). Pasamos la puerta y nos encontramos una avenida gigante llena de puestecillos de todo tipo y al final de la calle había un templo. Hoy parecía fiesta o un día especial, porque regalaban ramas con flores a la entrada y estaba PETADO de gente, no se podía ni mover uno por dentro de las tiendas, que agobio.
Cuando terminamos de verlo todo cogimos de nuevo el metro para ir 2 paradas más lejos, con destino Ueno. El cual tiene uno de los parques más famosos de Japón. Todo lleno de cerezos, un lago gigante donde te puedes dar un paseo romántico en barca (no, no nos montamos, preferimos guardar ese dinero para más muñecos… jajajaja). Dentro del parque está el Museo Nacional de Tokio, un Zoo donde su mayor atracción son los pandas y miles de cosas más para pasar un día sin aburrirse.
Nosotros dimos una vueltecita y salimos de allí para dirigirnos a lo que antiguamente se llamaba el mercado negro de Ueno: Una calle llena de más y más tiendas que venden comida, pescado, zapatos… vamos como un rastro.
Cuando nos hartamos, cogimos de nuevo el metro y luego el tren para acercarnos un rato a Suidobashi. ¿Qué hay en Suidobashi que ni os suena, verdad? Pues el Tokio Dome es lo más famoso de la zona. ¿Y qué es el Tokio Dome? Uno de los estadios de béisbol más famosos de Japón, algo así como el Bernabéu o el Nou Camp para los españoles.
Alrededor del Tokio Dome había parques de atracciones (no, esta vez no me monté en nada y ni me puse bocabajo), tiendas, restaurantes… se lo montan bien estos japos. Estuvimos en la tienda oficial de la revista Jump, que es donde se publicaba y publica mangas famosos como Dragon Ball o Naruto ahora. Un poco decepción la tienda, en cualquier rincón de Akihabara te encuentras cosas infinitamente mejores y a mitad de precio.
Como se acercaba la hora de comer y no teníamos ganas de comer más cosas raras japonesas, divisamos un restaurante ambientado en el béisbol (y con razón, ya que estábamos a
Cuando terminamos nos fuimos al hotel a descansar un rato, ya que nos habíamos pegado una paliza tremenda andando por la mañana. Y por la tarde, arrancamos de nuevo a pasearnos por Akihabara (pa variar) y seguimos comprándonos cosas. No sé como vamos a meterlo todo en la maleta, porque ocupamos media habitación con bolsas y cajas. Igual nos quedamos aquí y mandamos los muñecos en nuestros asientos del avión.
Y poco más. Estos días en Tokio ya no hay tanto que ver como hacíamos en Kyoto, es más para disfrutar y ver tiendas y cosas curiosas. Seguro que me dejo pechá de anécdotas y detalles, pero siempre hay que dejar algo para contar a nuestro regreso.
Mañana si sale bien, iremos al Tokio Disneyland Resort por la tarde, a ver la cabalgata de Disney y los fuegos artificiales. Ya que pagar para ir un día entero sabiendo que no me voy a montar en nada… es tontería :P.
Así que nada, un besín a todos. ¡Cuidaros!
martes, 7 de abril de 2009
DÍA 12 - Odaiba.
Día 12 de viaje. Cada día que pasa notamos más el cansancio acumulado tras casi dos semanas sin parar visitando nuevos lugares, así que no escuchamos el despertador y nos levantamos alrededor de las 10 de la mañana. Ya sí, descansados.
Nos arreglamos y pusimos rumbo a la estación de Okachimachi para ir hacia Shimbashi, donde cogimos un nuevo método de transporte: Un tren de la línea Yurikamome. Este tren es famoso porque no tiene conductor, no hay nadie llevando el tren. Todo es eléctrico, una chulada, ya veréis las fotos y videos.
Tras no más de 15 minutos, atravesamos la bahía de Tokio y llegamos a nuestro destino, la isla artificial de Odaiba. Y sí, es artificial, eso no estaba ahí hace años. Los japos hicieron de la nada una isla enfrente de la bahía de Tokio y la unieron con uno de los puentes más famosos: el Rainbow Bridge.
Tras llegar, estuvimos paseando y nos acercamos al edificio de la televisión más famosa de Japón,
Tras una breve visita al Fuji TV, estuvimos buscando el Toyota MegaWeb, un concesionario – museo – atracción, con lo último de la marca Toyota, y lo encontramos dentro de un pedazo de centro comercial llamado Palette Town.
Dentro del Toyota MegaWeb estuvimos casi 3 horas, ya que hay pechá de cosas en las que entretenerse: nos montamos en coches último modelo para verlos por dentro (los que se venden en España son de risa comparado con éstos), en simuladores de carreras de coches en el circuito de Fuji (sí, el de la F1). En estos simuladores te metes en una cabina que se mueve en todas direcciones según doblas el volante, vamos que se comporta como un coche de verdad, si frenas en seco, te comes el volante jajaja. Estuvimos haciendo unas pruebas de reflejos para saber si somos aptos para conducir en coches de carrera (y Jessica, que fue la que lo probó, no jijiji), nos metimos en un cine que había también en el que te sientas en un asiento y enfrente tienes una pantalla como las de cine de grande, y es el mismo circuito de antes y en una carrera. Impresionante como se movía todo y el sonido.
Comimos por allí, entramos en las tiendas dedicadas a la fórmula 1 y a los coches en general, dimos otra vuelta por Palette Town y nos pusimos rumbo a la costa de la isla, donde se ve la bahía de Tokio.
Al llegar nos hicimos fotos con la estatua de la libertad que es igual que la que hay en EEUU pero más pequeñita y entramos a lo que llevaba esperando muuuuuchos días: Sega Joypolis. Un parque de atracciones pero dentro de un edificio. Con montaña rusa y todo que iba por dentro del edificio, se salía por fuera, volvía a entrar… Jessi se montó, yo… no :P. Había muchas recreativas en las que te metías en un coche de verdad y hacías carreras sin moverte del sitio mientras el coche se mueve para todas direcciones, como lo del Toyota MegaWeb de antes, pero en plan videojuego (para el que entienda, la recreativa de Inicial D, por fín me monte en un Hachi Roku muajaja).
Seguimos montándonos en más atracciones y vimos una que parecía chula: Una recreativa que competían
Seguimos dando más vueltas y montándonos en sitios chulos, nos comimos un pedazo de crépe de helado de fresa con plátanos y salimos del parque de atracciones a hacernos fotos con el puente, ya que era de noche y todo se ilumina, precioso.
Volvimos hacia Tokio por el mismo tren, dimos una vuelta por Akihabara, cenamos arroz con curry de nuevo, y de vuelta al hotel.
Un día bastante completito, aunque sé que así escrito parece menos interesante, pero bueno ya veréis videos y demás. Realmente no hemos hecho y visitado mucho hoy, pero necesitábamos un día para desconectar y pasárnoslo bien, ha sido un día genial :D.
Mañana si toca más templillos que lo echabais de menos muajajaja (pero no muchos :P).
A continuación una fotillo de las vistas desde la isla de Odaiba, con el puente Rainbow y en el fondo a la derecha, la torre de Tokyo (la cual visitaremos en breve):
lunes, 6 de abril de 2009
DÍA 11 - Mitaka, Nakano y Shinjuku.
domingo, 5 de abril de 2009
DÍA 10 - Harajuku, Yoyogi Park y.... otra vez Akihabara.
Y otro día más en Tokio. Pero esta vez no nos despertó el despertador, si no mi madre diciéndome por sms que el Madrid había ganado, empezamos con buen pie :D.
Hicimos las maletas porque otra vez nos tocaba cambiar de habitación, fuimos a desayunar más tostadas con mermelada, y a la calle.
De nuevo a la estación de Akihabara a usar por última vez en el viaje el JR Pass, y esta vez con dirección Harajuku, la cual llegamos media hora después.
Al llegar pasamos por un río inmenso de gente, nunca había visto tanto chorro de gente junto, madre mía. Fuimos algo desorientados, porque no teníamos mapa de la zona y entramos por una calle por lo que se ve bastante comercial, llena de tiendas de ropa visual, góticas, punk, heavy... de todo. Jessi flipaba, y yo… me aburría de ver tanta ropa jajaja.
Por fin encontramos el famoso puente donde se ponen todas las chavalillas vestidas de gothic lolitas, y de cosplays, pero como llegamos bastante pronto, no había nadie todavía, así que tiramos hacia un parque que había enfrente.
Dentro del parque había un peaso templo, de los típicos que habíamos visto todos estos días, así que no nos impresionó demasiado, los habíamos visto mejores. Pero sí hubo una cosa que nos sorprendió, pillamos no una boda, si no 3 bodas dentro del complejo del templo. Son super curiosas las bodas, ya lo veréis en fotos y videos, super serios y muy muy callados sin hablar, mu raro todo.
De ahí hacia el parque Yoyogi, donde la gente viene a beber y comer bajo los millones de cerezos que hay en las más de
Salimos del parque y nos acercamos del nuevo al puente de Harajuku, donde ya había varias chavalillas disfrazadas y millones de guiris haciéndole fotos sin parar. Más agobio… Y poco más, volvimos a la calle esa de la ropa, y no se podía ni andar, tardamos media hora en cruzarla a pasitos cortos, yo me iba a morir , hasta que por fin llegamos a la estación y salimos escopetados de allí hasta nuestro hotel de nuevo.
En general Harajuku no me gustó demasiado, demasiada gente sin la amabilidad que tenian en Kyoto. Te empujaban para pasar, no se disculpaban, más gente y más gente, las niñas del puente disfrazadas iban de “divas”, no se dejaban hacer fotos y muchos guiris ahí queriendo hacer fotos sin parar sin dejarte pasar. Y el parque Yoyogi más de lo mismo, como llegamos muy pronto, no vimos muchos grupos de música, y encima nos hinchamos de andar entre millones de personas.
Supongo que nos pilló en un mal día con muchas personas, y todo ha hecho que, al menos a mí, me decepcionara un poco la zona. Una pena, ya que tenía altas expectativas de este barrio. No todo podía salir perfecto, pero bueno, igual lo volvemos a intentar de nuevo el fin de semana que viene.
Para quitarnos el mal gustillo de la mañana, por la tarde la dedicamos de compras por Akihabara, y madre mía que de compras!!! POR FIN, POR FIN TERMINÉ
Un edificio de 7 plantas dedicado al manga 100%, desde figuritas, mangas, dvds, música, todo de segunda mano. Pero para ser de segunda mano, todo parecia nuevo, y a un precio buenísimo. Volveremos a por más, muajaja.
De ahí seguimos buscando tiendas, y acabamos en un Sofmap, algo así como un MediaMarkt de 8 plantas, que venden de todo dedicado a electrodomésticos o electrónica. Y me compré tres juegos por 2500 yenes y varias figuritas. Me encanta Japón muajajaja.
Cenamos en un kebab en la misma Akihabara y nos fuimos al hotel.
Y aquí estoy, en la planta sexta del hotel, escribiendo esto mientras termina la lavadora que le quedan 20 minutos aún. Lo que hay que hacer para estar limpio jajaja.
Un saludo a todos, mañana más!
sábado, 4 de abril de 2009
DÍA 9 - Kamakura y Yokohama.
Nuestro primer despertar en la ciudad tokyota. A las 7:30 estábamos en andas. Y desayunamos en el hotel, que tenemos derecho a un desayuno diario (¡¡por fin un desayuno occidental!! Con tostadas y mermeladas!!.... pero sin zumo ni leche, solo café o té, no todo podía ser perfecto).
A las 9:30 salimos del hotel con rumbo: estación Okachimachi. Esta vez no nos perdimos y dimos con ella a la primera (gracias mapas del google, gracias), y cogimos la línea Yamamote hasta Shinagawa, donde hicimos un trasbordo a la línea Yokosuka, donde, al llegar a Kamakura, tuvimos que coger otro tren de la linea Enoshima hasta Hase, donde estaba nuestro primer destino de hoy.
Bien, como no os habréis enterado de un pimiento (un premio al que se lo aprenda y me lo recite de memoria), de aquí hacia delante omitiré nombres de líneas jajajaja.
Al llegar a la parada de Hase, a 5 minutos de Kamakura, andamos unos 15 minutos hasta dar con el templo de buda. Sí, otro buda, el segundo más importante de Japón. Un mazacote de unos
Salimos de allí y nos dirigimos hacia el templo Hase Kannon, donde está dedicado a Kannon (difícil, ¿verdad?), con unos jardincitos llenos de estatuas de minibudas sonrientes la mar de simpáticos, carpas, muchos cerezos ya con flores abiertas, y lo que nos sorprendió, águilas sobrevolando constantemente el templo. Hasta pone un cartel diciendo: Peligro, águilas xD.
Después de hincharnos de andar, volvimos a la estación de Kamakura y nos dirigimos hacia Yokohama, segundo punto de interés del día.
En 20 minutos estábamos allí, y es salir de la estación y encontrarte una galería de inmensos rascacielos en la bahía de la ciudad. Una estampa muuuy bonita. Pero sobre todo había un edificio que sobresalía del resto: el Landmark, el cual incluye uno de los ascensores más rápidos del mundo (creo que
Yo estaba frito por subir al mirador arriba del todo, peeeeeeeeeeeero Jessi decía que ni loca subía, que ni de coña pasaba de nuevo lo que pasó en Osaka, además que era bastante caro para sufrir jajajaja (ya la convenceré para subir a la torre de Tokio, muajajaja), así que no subimos y solo la contemplamos desde abajo y desde el interior.
Comimos dentro del Landmark, ya que en las primeras plantas tiene un centro comercial lleno de establecimientos, y esta vez tocó pasta. Nos comimos un par de platos de espaguetis y volvimos a la calle.
Al salir nos hizo gracia una cosa: Había un show de malabaristas con malabares de fuegos y demás haciendo la gracia en mitad de la calle. Pues estaba petado, la gente sentada en el suelo mirando y aplaudiendo. Y cuando acabó el show, lo típico que ponen la gorra para que le eches dinero, pues bajaron todos como locos a darle pasta a los malabaristas. Haciéndose fotos con ellos, dándole las manos, abrazos… una bestialidad vamos. En España a cualquier artista callejero se le vuelve la cara por no soltar un eurillo. This is Japan :D.
Seguimos nuestro camino y dimos con un mini parque de atracciones al lado de los edificios, con una noria GIGANTE, montañas rusas que pasan entre los edificios y por dentro de éstos… una bestialidad. Jessica me dijo de subir a la noria, pero como ella no quiso subir al Landmark… nanai de la china :P
Y hablando de China, después de dar una vuelta por la zona, nos dirigimos al barrio chino, China Town, el cual estaba bastante lejos, a un par de km andando.
Después de perdernos un par de veces (gracias google maps), lo encontramos y no veas la que hay ahí liada, puestos, tiendecillas, mucho jaleo, gente para arriba, gente para abajo, fuah, una pasada en el que como te quedes quieto te atropellan.
Nos sentamos en un banco para ver a la gente pasar de un lado para otro y empezó.
Se puso el cielo negro de repente, un viento de mil pares de… bemoles y empezó a chispear. No le dimos importancia hasta que 2 minutos después empezó a llover más fuerte, y sin paraguas.
Pero esto es Japón, y es llover, y encontrarte millones de personas que venden paraguas jajajaja, compramos uno transparente (ya tenemos dos :D) y volvimos corriendo para el Landmark y volver a la estación. Y sí, a los 5 minutos, escampó y no volvió a llover. De nuevo, this is Japan jajaja.
Como ya estábamos molidos, y la estación estaba bastante lejos, a una hora andando más o menos, decidimos volvernos para el hotel y descansar un poco. Y aquí estoy, escribiendo esto y con Jessica detrás mía dormida.
Mañana nos toca Harajuku, el parque Yoyogi y quizás Shinjuku.
Un saludo, y como siempre, a continuación un par de ilustraciones de la aventurilla de hoy:
Ésto en Kamakura, con el Buda:
Y aquí una desde Yokohama, no se ve muy bien, pero para que os hagais una idea del paisaje futurístico:
viernes, 3 de abril de 2009
DÍA 8 - Llegada a Tokyo. Comienza la locura.
Día 8 – Llegada a Tokio. Comienza la locura.
A las 7:30 de la mañana nos despedimos del Hotel Seiki de Kyoto y nos dirigimos a la estación, reservamos asiento para el próximo shinkansen Hikari de las 8:29. El problema es que sólo quedaban en el vagón de fumadores, por lo que Jessica pasó un viaje de dos horas y media algo mal, saliéndose constantemente del vagón y tosiendo como una vieja (xD) pero llegamos sin problemas.
El tren nos dejó en la estación principal de Tokio, donde tras ver el mapa de metros y darle vueltas y vueltas, conseguimos saber que teníamos que hacer un trasbordo en la línea Marunouchi e ir de allí hasta la parada de Ochanomizu (no veas como controlamos ya los trenes y metros, y eso que hace una semana el único tren/metro que habíamos cogido en nuestra vida era el que iba de Atocha a Chamartín jajajaja).
Llegamos a Ochanomizu puntual como siempre, sacamos los mapas que teníamos imprimidos del google para saber como llegar al hotel Edoya y emprendimos la caminata con 20 kilos de maleta cada uno. Muchas cuestas para arriba, para abajo, otra vez para arriba... Jessi que se moría y que no encontrábamos el hotel.
Después de andar unos 20 minutos, miramos el mapa…. Y sí, nos habíamos perdido y ni idea de donde estábamos y ni donde estaba el hotel (no hagáis caso a los mapas del google, son el mal). Les preguntamos a dos japos muy amables que pasaban por allí y sabían menos que nosotros, no sabían ni donde estaba la estación donde nos bajamos, así que optamos por coger un taxi aunque tenían fama de ser bastante caros pero bueno.
Cogimos el primero que vimos, y le digo al tio…”To Edoya Hotel, please”, y aquí vino nuestro acojone: El taxista abre la boca, era un viejorro, y solo tenia 4 dientes, los 4 de oro. Y se queda con la boca abierta durante 20 segundos mirándome y dice: Edoyaaaaaaaaaa.
Nos montamos, y no sabiamos si nos había entendido pero tentamos a la suerte, y acertamos, llegamos a la puerta del hotel (810 yenes la broma del taxi).
Hablamos con la recepcionista y tal y nos dio llave de nuestra habitación, fue abrirla y fuaaaaaaaaaa no tenía nada que ver con el zulo en el que habíamos estado. Tenía su saloncito, en un cuarto el baño, en otro el wc y el lavabo… muy bonito y muuuuy espacioso, así me gustan a mí :D.
Descansamos un ratín y pusimos rumbo a Akihabara, el barrio de la electrónica más famoso del mundo, donde tienen lo último de todo lo electrónico que exista, desde ordenadores, mp3s, videojuegos, lavadoras xDD… y sobre todo muuuuuuuuuuuucho manga y figuritas de estos, una locura que hizo que estuviéramos 3 horas dando vueltas sin ton ni son y comprando y comprando y comprando……
Cuando nos cansamos de comprar, decidimos ir a Shibuya, para verla de noche. Nos montamos de nuevo en el tren en la línea Yamamote e iba petado de peña, madre mía, todos para Shibuya…
Llegamos a Shibuya, que es famosa por ser una ciudad con muchísima juventud, marcha, muchos establecimientos, luces, neones, pantallas gigantes… Es el centro neurálgico de la moda japonesa, si no vistes de ropa comprada en Shibuya, no molas (esto lo digo yo, pero bueno, será así supongo, ya que van todas “perifollás” -perdon por la expresión- jajaja).
Dimos una vuelta contemplando la jungla de neones y rascacielos y volvimos para Akihabara y cenamos en Coco Curry, una cadena famosa por aquí donde sólo hacen platos con arroz y curry y tienes que elegir el nivel de picante que quieras, desde el base hasta el nivel 10 de picante, yo elegí el nivel 1 y me iba a morir! Dios que picor, dejamos casi la mitad y nos fuimos de allí escopetaos con el estómago que nos iba a reventar, pero bueno, lo volveremos a intentar otro día.
Volvimos al hotel y ahora toca descansar, que mañana toca Kamakura y Yokohama.
Saludos a todos y muchas gracias por vuestros comentarios :)
A continuación pongo algunas fotillos:
La primera no tiene que ver con esta entrada, pero es de ayer con un mono, que no nos dejaba usar el mirador:
Ahora sí, Jessi en Shibuya:
jueves, 2 de abril de 2009
DÍA 7 - Despedida de Kyoto. Arashiyama y Gion.
Nuestro último día en Kyoto.
Nos propusimos no alejarnos mucho de la ciudad para así despedirnos de ella, así que por la mañana nos dirigimos hacia Arashiyama, a unos
Arashiyama es famosa por su bosque de bambú, el templo Tenryuji (un templo zen de los más famosos de Japón), su río por el que es cruzado por un gran puente y su bosque de monos.
Al llegar a la estación fuimos hacia el templo Tenryuji, y de allí nos propusimos buscar el bosque de bambú, tarea harto difícil debido a que no había ni un mísero cartel en letras legibles para nosotros. Pero tras mucho caminar y perdernos, lo encontramos.
Imaginaros un pasillo en el que no pasa apenas el sol, y sólo se escucha el ruido de millones de árboles gigantescos de bambú chocándose entre ellos por el viento, muy místico el lugar. Seguimos andando y… sorpresa! Una geisha paseando con su cliente creemos xD. Allí detrás íbamos nosotros, y ni cortos ni perezosos, me puse a su lado y me hice una foto con ella.
Terminamos de andar el par de kilómetros que mide el camino del bosque, y cruzamos el puente sobre el río que ni me acuerdo como se llama. Dimos otra vuelta por la zona llena de puestecillos de pulpo, calamares, pinchos, fideos… y… sorpresa again! Otras dos geishas, pero esta vez no molestamos jajaja.
Acabamos nuestra ruta por Arashiyama entrando al parque de los monos, vaya pasada.
Imaginaros un bosque en plan parque jurásico, lleno de mini monos sueltos. Vamos, que los puedes tocar, pero no se suelen dejar. Son super graciosos. Jugando entre ellos, saltando, quitándose los bichos unos a otros… Y todos ellos tienen su nombre y están registrados. Les dimos de comer manzana que compramos en un puestecillo y se pusieron locos, pegándose unos a otros para que les diéramos de comer jajaja.
Cuando terminamos de estar allí, comimos por la zona del río unos calamares y unos pinchos de ternera (yakitoris) y volvimos a Kyoto para descansar un rato.
Por la tarde, decidimos despedir la estancia en Kyoto en el barrio de Gion, que queríamos verlo de noche… y para allá fuimos.
Antes de llegar a Gion, fuimos a ver una cosa que teníamos pendiente, la pagoda Yasaka, una pagoda de 5 pisos en mitad de un barrio típico japonés, todo de madera y demás. Y allí fue nuesta perdición, nos encontramos una tienda oficial del estudio Ghibli (Mi vecino Totoro, Princesa Mononoke...) y Jessi se volvió loca jajaja. Miles y miles de figuras, peluches, relojes, complementos… de TODO, pero como vamos a ir al museo ghibli en 4 días, no compramos nada (Jessi si picó, y se compró un muñeco de Totoro para pegarlo en el coche).
Llegamos a Pontocho, la calle donde las geishas dan sus servicios y… vimos otra, vaya suerte la nuestra macho xD. Paseamos por Gion y sus luces, y nos dirigimos al parque Maruyama-koen que es precioso por la noche, sus cerezos en flor, todo lleno de farolillos típicos, mucha gente tirada cenando al lado de mini chimeneas que había en los caminos… Una pasada.
Allí comimos nuestro primer Okonomiyaki, como un crepe relleno de todo lo que sobraba en la cocina, fideos, huevo, verdura, repollo… una guarrería, pero estaba buena oye jajaja.
Volvimos en bus a la estación y paramos en una pastelería, y me compré un dulce de melón, riquísimo, sabe a chicle xD.
Y poco más, aquí estoy escribiendo estas mini crónicas, y ya nos despedimos de la fantástica Kyoto, la que por ahora, se coloca en mi TOP 5 de ciudades visitadas. Os la recomiendo a todos, no os dejará indiferentes.
La próxima entrada será ya en Tokio, donde empieza nuestra segunda etapa del viaje, esperemos que sea mínimo lo mitad de buena que la primera, que por ahora está saliendo todo fantásticamente. Un lujo todo.
Mañana cuelgo fotos, que no las he pasado al ordenador.
miércoles, 1 de abril de 2009
DÍA 6 - Himeji y Osaka.
Hoy ha sido un día casi de relax, ya que llevábamos una paliza en el cuerpo que no era normal, parecíamos zombies anoche jajaja.
Nos levantamos un poco más tarde de lo habitual, a las 7:30 y salimos del hotel sobre las 8:30 (tampoco es que fuera muy tarde la verdad :P) y nos dirigimos de nuevo a la estación a coger un shinkansen (tren bala) hacia Himeji.
Himeji es famoso por su castillo de color blanco, que es el más grande y el que mejor se conserva de todo Japón.
Cuando llegamos a la estación de Himeji, empezamos a ver gotitas de lluvia en los cristales… PELIGRO, no teníamos paraguas. Pero estos japos no van a dejar que unos pobres gaijins (extranjeros) se mojasen, de la nada salieron tiendas y tiendas vendiendo paraguas transparentes, y cómo no, nos hicimos con uno (sólo nos sirvió 5 minutos, no volvió a llover más ¬_¬…)
Desde la estación se empezaba a ver a lo lejos el castillo, que sobresalía sobre los edificios, era inmenso, y todo estaba petado de gente, ni lloviendo la gente se queda en su casa xD. Pagamos y entramos a hacer un recorrido que duró un par de horas y vimos todas las zonas del castillo, incluso una que nos pareció curiosa: Una plaza donde los samurais se hacían el harakiri bajo un gigante cerezo.
Seguimos la ruta y entramos dentro del edificio. Nos hicieron quitarnos los zapatos y meterlos dentro de una bolsa (las bolsas estaban planchadas, estos japos son la hostia) y nos dieron unas pantuflas de vieja, parecía yo un travesti xD.
Terminamos de ver el castillo y alrededores y nos fuimos a comer algo. Esta vez entramos en un sitio que parecía persa o hindú, muy mal rollo daba, y encima estábamos solos. Pero nos atendió una japonesita muy amable y nos comimos lo que parecía un plato de carne de kebap de pollo (o eso creemos).
Después de comer nos dirigimos a la estación de nuevo rumbo a Osaka, donde sólo ibamos por un capricho mío: Subir al Umeda Sky Building (también llamado el jardín flotante), uno de los rascacielos más grandes de todo Japón y creo que el más grande de Osaka, creo que eran unos
Nos montamos en el ascensor para ir a la azotea, donde hay un bonito mirador al aire libre… y empezó el show:
El ascensor por dentro era todo negro, no se veía nada, Jessica y yo solos dentro. Le damos al botón de última planta, y aquello empezó a despegar. Subía los pisos a la velocidad del rayo, hasta ahí todo guay y divertido, el problema fue, que de repente, lo negro de alrededor desapareció, y todo era de cristal… TODO. Se veía la calle desde el ascensor por todos lados, y eso que subía a chorrocientos km por hora.
Todos conocéis mi vértigo, que me cago en el pulpo del tívoli y empecé a gritar a viv voz, Jessica con los ojos cerrados y también gritando, fuah, un show que duró unos 30 segundos. Todo está grabado en video, es buenísimo, ya lo veréis jajaja.
Cuando llegamos arriba teníamos la adrenalina por las nubes, nos tranquilizamos y subimos a la azotea…. POR UNAS ESCALERAS MECANICAS DE
Por fin llegamos arriba, y unas vistas ACOJONANTES, y ya sin miedo, nos empezamos a hacer fotos y demás, y volvimos para abajo (esta vez sí, con los ojos cerrados jajajaja).
Fuimos a un centro comercial al lado de la estación, con 7 plantas que vendían de todo, pero nos fuimos a la última, la de muñecos y videojuegos MUAJAJAJA. Nos contuvimos como pudimos, ya gastaremos en Tokio cuando sepamos cuánto dinero nos queda.
Y después de dar unas vueltas, volvimos a la estación de Osaka para volver a Kyoto, donde os estoy escribiendo estas líneas.
Un abrazo a todos!!
Ahora voy a colgaros unas fotillos, que luego me pedís más jajaja
Ésta es del otro día, Jessica con los famosos ciervos, que tanto han dado de hablar en este blog:
El rascacielos Umeda Sky Building visto desde abajo (son dos torres y en medio una cúpula que se accede por escaleras mecánicas):
Y por último yo, en lo alto del rascacielos con Osaka de fondo: